“Al mundo lo conforma dos
historias contadas y los recuerdos que dejan estas.”
— Vera Nazarian
El arte de contar historias o storytelling es una técnica que puede ser rastreada hasta los albores de la civilizaciñon, cuando chamanes y hombres sabios transmitían su saber mediante la palabra y las imágenes en paredes de las cuevas. El storytelling resulta mucho más efectivo, si es capaz de provocar emociones las personas que nos escuchan.
Nos comunicamos a través de relatos y los empleamos para relacionarnos con los demás. Porque las historias nos conectan, nos sirven para reconocernos a nosotros mismos y para conectar emocionalmente con los demás. Por ello, el storytelling se convierten en el generador de empatía por excelencia.
Pero, lo cierto es que no todas las historias han sobrevivido. Solamente aquellas que eran capaces de conectar emocionalmente son las que han perdurado en el tiempo. Porque no hay nada más memorable que una historia y los seres humanos conectamos y recordamos hechos emocionales. Nuestro cerebro, de cada información que recibe a través de los sentidos, busca relatos.
En este contexto, debemos comprender al storytelling como una herramienta fundamental de la comunicación. Una herramienta eficaz, que cuenta con una estructura y técnica determinada.
Al storytelling, también se le conoce como el viaje del héroe. Precisamente, el viaje del héroe representa esa estructura clásica de narración que cuenta con una serie de etapas y fases.
El storytelling ha cobrado mucha importancia en el último tiempo pese a que es una actividad que viene desde la época de las cavernas. Ahora adquirió importancia porque existe narración en gran parte de lo que hacemos en la vida y no sólo en lo que contamos.
El storytelling telling es un proceso que se divide en varias etapas. La primera es capturar la atención de tu audiencia en los primeros segundos del relato. Frases como: ¿Alguna vez han sentido que alguien los ve cuando están solos en su casa? Yo les contaré mi historia con esta extraña sensación. Iniciar el storytelling con este tipo de frases, donde
inmediatamente incluimos a la audiencia, es una excelente manera de cautivar a nuestra audiencia.
El segundo paso es desarrollar nuestro personaje o también conocido como el héroe de la historia. Este personaje debe generar la simpatía. Un buen relato se construye con obstáculos, giros inesperados y un final feliz. Con estos tres elementos, seguro iremos por buen camino.
En las historias más famosas, incluyendo cuentos legendarios como el de la Cenicienta, estos relatos siguen una curva que generalmente inicia arriba con situaciones agradables, luego baja y la historia se torna triste y preocupante, para finalmente volver a elevarse.
Volviendo al relato de la Cenicienta, en este caso la curva inició abajo, ubicando al personaje principal en una situación precaria, donde era maltratada psicológicamente por por su madrina y hermanastras. Luego, una ada madrina se le aparece y le ofrece la oportunidad de asistir a un baile ofrecido por el príncipe del reino. En este momento la curva empieza a elevarse, pero cuando ella está en el baile y el reloj marca las 12 de la noche, hora que Cenicienta tenía como límite para regresar a su casa, la curva vuelve a descender estrepitosamente.
La historia tiene un giro inesperado (paso clave para volverla más interesante) el príncipe encuentra la zapatilla olvidada por la Cenicienta en el baile, y emprende una búsqueda exhaustiva hasta dar con el paradero de nuestro personaje principal. De allí en adelante la curva de la felicidad sube hasta el infinito, donde la historia termina con un final feliz.
Ahora, cuando hablamos de storytelling para organizaciones de desarrollo, lo que actualmente hago como consultor de estrategias de comunicación, no se puede usar la fantasía como en los cuentos de Disney. Debemos apegarnos a la realidad y contarla tal cual, pero logrando agregar esos elementos que mencionamos anteriormente: giros inesperados, obstáculos y retos que pongan a nuestro héroe en situaciones complejas y finalmente eventos que logren un final feliz.
Cuando contamos las historias no debemos olvidar incluir las preguntas de oro: cómo, cuándo, dónde, quién y por qué. Si contestamos estas interrogantes, estaremos seguros de contar la historia completa.
Como consejo final, les recomiendo siempre mencionar en qué quedó la historia del personaje, me refiero, en qué quedó su aventura, a nadie le gusta ignorar lo que sucedió con su héroe.
En mi trabajo utilizo el storytelling para contar las historias de las organizaciones dentro y fuera de Honduras, utilizando las herramientas de la fotografía profesional y el video documental.
Recientemente fui invitado por la Universidad CEUTEC a dar una charla sobre el Storytelling para Emprendedores. Esta la pueden ver en el siguiente link: https://www.youtube.com/watch?v=Fv3Es9tAaMg&t=30s
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